El alcalde visita el Palacio del Vino donde se ha llevado a cabo el proceso de expropiación para el Regadío de Tierra de Barros
Ramírez ha indicado que en este proceso están afectadas 2.000 personas y 5.000 parcelas, de un total de 17.000 y unos 7.670 los propietarios, sobre una superficie a expropiar de en torno a 15.000 hectáreas, donde se incluyen pacerlas, servidumbres, accesos y ocupaciones temporales.
El proceso ha transcurrido con normalidad y ambos han coincidido en que es “garantista” desde el punto de vista jurídico y administrativo, cumpliendo así con el compromiso del Ejecutivo regional. El alcalde ha indicado que de forma general ha habido conformidad por parte de los propietarios. La obra también discurrirá por caminos públicos para lo que el Ayuntamiento dio su consentimiento mediante aprobación plenaria.
Ramírez ha subrayado que el Consistorio ha colaborado con la cesión de las instalaciones, y con la presencia de un concejal que ha firmado las actas.
El proceso de expropiaciones, ha comentado el primer edil, debe llevarse a cabo para poder iniciar las obras para lo que es prioritario disponer de las tierras. El secretario general de Población y Desarrollo Rural, Manuel Mejías, ha recordado que trabajos relativos a la expropiación comenzaron hace un año con la publicación de las personas afectadas y los llamamientos para atender a cada una personalmente.
Para ello, el procedimiento se ha dividido en tres fases, actualmente está concluyendo la segunda que afecta al municipio de Almendralejo. El objetivo es que este trámite esté finalizado en 2022.
Estos datos muestran “la magnitud del trabajo” que se está haciendo por parte de la Administración, y este proceso supone “un avance más” para que el Regadío de Tierra de Barros pueda ser una realidad.
Así, ha recordado que el mismo cuenta con los tres trabajos técnicos fundamentales e imprescindibles que son la redacción del proyecto de obra presentado, la declaración de impacto medioambiental aprobada en agosto del año pasado y la concesión de agua.
Desde el punto de vista técnico “se han dado todos los pasos necesarios” según apostilla Mejía, poniendo en valor las labores de los técnicos de regadíos, empresas colaboradoras y regantes.
Es un proyecto “complejo”, que requiere de muchos trámites “para jugar partido a partido”, y donde “ya se está preparado para jugar la final”, aunque todavía quede camino por recorrer, ha concluido.