Comunicación

Discurso ciudadano del profesor Daniel Cambero en el Día de Extremadura

daniel cambero

El profesor Daniel Cambero Rivero fue el encargado de ofrecer el discurso ciudadano del Día de Extremadura, en el acto institucional celebrado en el Teatro Carolina Coronado. Daniel Cambero recogió además el galardón otorgado al programa "Semana de Extremadura en la Escuela", del Centro de Profesores y Recursos de Almendralejo, del cual es el coordinador.

A continuación os dejamos el discurso íntegro.

"En primer lugar, permítanme expresar mi sincero agradecimiento por la distinción que el Ayuntamiento de Almendralejo, a través de su alcalde, me ha brindado al invitarme a participar en este evento tan especial. Nos reunimos para celebrar y honrar a nuestra querida tierra, Extremadura, un lugar impregnado de una rica historia, una vibrante cultura y una incomparable belleza natural.

Extremadura no es solo un lugar en el mapa. Es un amor que se ha arraigado en lo más profundo de nuestros corazones. Hoy quiero compartir con todos ustedes algo que ha sido fundamental en mi vida, un relato que se asemeja a una apasionada historia de amor, que tiene como escenario nuestra Extremadura.

Como muchos de ustedes, me considero afortunado de haber nacido en esta tierra gracias a mis padres, Pilar y Santiago. Durante mi infancia y juventud en Badajoz, me transmitieron las bondades de esta región, lo que me llevó a pensar: "Me gusta vivir aquí. Estoy enamorado de Extremadura". Este amor creció de manera imparable gracias a la dedicación de mis maestros y maestras, quienes me enseñaron divertidos juegos populares, bailes regionales y el himno de Extremadura. Aún recuerdo que, con la ayuda de un libro de texto, nos embarcábamos en un emocionante viaje a través de las distintas comarcas extremeñas, descubriendo sus bellos paisajes, sus arraigadas tradiciones… en resumen, su folclore.

Pero la historia de amor continuó cuando conocí a Rocío, madre de nuestros hijos Rubén y Álvaro quien, orgullosa de su localidad se convirtió en la mejor embajadora de Almendralejo. Y así, día a día me fui también enamorando de esta maravillosa ciudad, recorriendo sus calles y plazas, deslumbrado por sus edificios más emblemáticos, viviendo sus celebraciones y costumbres, conociendo a su gente, que hoy se han convertido en mis vecinos, compañeros y amigos, y donde también con los brazos abiertos me acogió la que es aquí también mi familia. Indudablemente, Almendralejo se alza como la Ciudad de la Cordialidad, un lugar donde la hospitalidad es una virtud arraigada en su historia y en el corazón de su gente.

En esta ocasión deseo resaltar la importante contribución de Almendralejo al desarrollo y la prosperidad de nuestra región. Nuestra localidad es mucho más que viñedos y arquitectura, es una sociedad trabajadora y comprometida con el progreso. A través de sus instituciones y organizaciones locales, se han impulsado proyectos que han elevado la calidad de vida de sus habitantes y han contribuido al bienestar de toda la Comunidad Autónoma.

En su conjunto, Extremadura se destaca por su generosidad, pero también por su moderación, manteniendo un equilibrio constante entre desafíos aparentemente opuestos, como lo rural y lo urbano, la tradición y el progreso, lo global y lo local, la innovación y la estabilidad. Por este motivo, el 8 de septiembre es una fecha de celebración y reivindicación, un momento para valorar lo que somos y, al mismo tiempo, mirar hacia el futuro con la determinación de convertirnos en lo que aspiramos ser.

La sociedad extremeña debe seguir siendo un referente que apueste por la solidaridad, tolerancia, convivencia, respeto y seguir acogiendo con los brazos abiertos a la pluralidad, la diversidad y la inclusión, valores que han sido transmitidos de generación en generación, a través de la educación.

Por ello, no podría continuar esta intervención sin mencionar otro amor: mi pasión por la Educación. Es un motor fundamental para el progreso de Extremadura y de cualquier sociedad. La inversión en educación no solo beneficia a los individuos sino que también tiene un impacto significativo en el desarrollo económico, social y cultural. Y en particular, Almendralejo, manifiesta un firme compromiso con la educación que se refleja en la excelencia de sus centros públicos, concertados y su centro universitario.

Podemos sentir orgullo al reconocer que, a lo largo de su periodo escolar, nuestro alumnado no solo adquiere los conocimientos fundamentales del plan de estudios, como matemáticas, lengua, etc., sino que en su mochila pedagógica también acumula un valioso bagaje de saberes y experiencias relacionados con Extremadura. Un logro posible gracias al compromiso del profesorado, cuya labor es vital para promover una identidad regional que forje en nuestros jóvenes una actitud de respeto y orgullo hacia nuestra tierra, para que presuman de ella sin complejos y sigan luchando por hacer de Extremadura un lugar mejor para todas y todos.

Sin lugar a duda, las familias -padres y madres, abuelos y abuelas- desempeñan un papel muy importante en la transmisión cultural compartiendo canciones, tradiciones, recetas y bailes regionales. No permitamos que la globalización nos haga olvidar nuestra identidad y nuestras raíces. Abracemos esta interconexión global de manera consciente para construir un futuro más enriquecedor para Extremadura entre todos y todas.

Durante más de una década, mi compromiso inquebrantable ha sido promover Extremadura en la Escuela, una labor que he llevado a cabo con pasión y dedicación. A través de numerosas actividades realizadas en los colegios en los que he trabajado, así como en los Centros de Profesores y Recursos de la provincia de Badajoz y la coordinación del Seminario “Extremadura en la Escuela” en colaboración con docentes de nuestra comarca, he buscado transmitir nuestro legado a los más jóvenes. Mi objetivo ha sido cultivar un sentimiento de pertenencia y admiración por nuestra tierra, promoviendo el respeto por la riqueza de la diversidad cultural que nos envuelve. Hoy deseo reconocer el apoyo constante de Rocío, mi compañera de vida y docente, como yo. Su apoyo me ha proporcionado una fortaleza e inspiración incalculables a lo largo de este camino.

A pesar de los desafíos impuestos por la pandemia -que tanto se llevó- la celebración de actividades con motivo de la Semana Escolar de Extremadura no se detuvo. En lugar de ceder ante las dificultades, nos adaptamos y encontramos formas innovadoras de mantener viva la tradición y la importancia de esta celebración. A través de la creatividad y la colaboración en línea, demostramos una vez más la resiliencia y el compromiso de la comunidad educativa. Este logro demuestra que, incluso en los momentos más desafiantes, la educación y la promoción de nuestra identidad siguen siendo prioritarias.

Este compromiso es una parte fundamental de mi identidad y continuará siendo un motor impulsor en mi vida y mi labor docente. Con el reconocimiento que el Ayuntamiento de Almendralejo me otorga hoy, reafirmo mi compromiso de promover Extremadura entre el alumnado. Trabajando juntos, estaremos escribiendo un capítulo vibrante y lleno de amor por nuestra tierra.

Hoy, como representante de la Ciudadanía, deseo finalizar este discurso agradeciendo a todos los extremeños y extremeñas que hicieron posible esta Extremadura, a los siguen hoy luchando por construir un mundo mejor y a los que sueñan la Extremadura de nuestros hijos e hijos, nietos y nietas. Sigamos trabajando juntos para construir un futuro para nuestra región, basado en la solidaridad, la innovación y el respeto por nuestras raíces.

No deseo despedirme sin felicitar a las entidades y personas homenajeadas en este día: Don Ricardo Quintana, al Periódico de Extremadura, Diario Hoy y La Capital de Tierra de Barros.

Por último, les animo a seguir viviendo sus historias de amor con esta tierra y celebremos hoy nuestro día más importante, mientras seguimos soñando la Extremadura y el Almendralejo del mañana.

¡Feliz Día de Extremadura!

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